viernes, 18 de noviembre de 2011

A concienciarse

Después de un mes fuera de juego, hoy, que por fin siento que tengo un minuto para transcribir las fugacidades que pasan por mi cabeza entre carrera y carrera diarias, me he parado aquí delante (que ya era hora) a valorar el grado de confusión de mis pensamientos.

"Ay, qué estrés, no sé a quién votar" Y probablemente si me dieran los seis meses más que nuestros amigos los titiriteros han decidido arrebatarnos como si fuéramos marionetas tampoco sabría. Tampoco es que me haya importado mucho la política en lo que lleva recorrido mi corta vida, porque al final todo se corrompe. Pero si miro para atrás, serán los extremos a los que hemos llegado, el movimiento 15M o que tengo amigos muy políticamente inquietos y sabios, creo que estoy concienciada como no lo había estado nunca de lo importante que es que vaya a las urnas el domingo.

Dejando a un lado mi natural escepticismo sé que probablemente el lunes será otro día más. ¿Qué está todo el pescado vendido? Quizás. ¿Pero por qué? El asunto tiene más chicha de lo que pensamos, aunque es mucho más simple que cualquier discursito político, y es eso precisamente en lo que deberíamos pararnos todos a pensar. Unos castigan a otros, otros castigan a unos. Cada uno a un lado del campo, y los recogepelotas alrededor. "¿Para qué vamos a ascender a los recogepelotas si son unos don nadies y no saben jugar?" "Dejémosles que así están bien. Aunque el número 1 ya no nos gusta, no apuesto ni un euro por él,  además, ya sabemos quien va a ganar el próximo set." "¿Y acaso les hemos dado una oportunidad a los recogepelotas para que demuestren como juegan?" "Nada nada, el número 1 ha sido una decepción, a castigarle" "¿Pero te has parado a pensar qué hubiera hecho el 2 si le hubiera tocado jugar esos partidos?"...

En definitiva, el bueno, el malo y los chivos expiatorios por los que nadie da un duro... ¿Quién dijo que tres son multitud?

Lo que hay que definir es el papel del árbitro, que no hay que olvidar quién es, quiénes somos. No hay que ser un resabido de la política para ejercer el voto con corrección. Hay que tener claro lo que se quiere, lo que gusta y lo que disgusta. No existe el jugador perfecto, como no existe el partido perfecto... pero hoy me ha dicho alguien que elija "al que más me guste y menor mal piense que puede hacer"... He de decir que aún no sé quién es, pero mañana tomaré una decisión. Y probablemente el lunes todo siga igual, será un día nublado de invierno, muy nublado. Hablarán de nosotros en Europa... ¿augurarán un cambio? Claro, desde arriba y desde lejos todo se ve más sencillo, y Roma no se construyó en un día, aunque de todas formas, quizás no sea el mejor ejemplo con el que compararse ahora mismo.

Una cosa más, ¿quién dijo que tres son multitud?

Sólo espero que pase lo que pase el domingo se acabe lo de andar señalando con el dedo y alguien se ponga manos a la obra para que dejen de llamarnos CERDOS, algo de lo que por cierto, no tiene la culpa "el sistema agrícola nacional" sino unos cuantos granjeros muy cosmopolitas que parece que no saben o no quieren saber que los recursos no son ilimitados, se van agotando, hasta que quedan las sobras...


lunes, 17 de octubre de 2011

Todos somos perroflautas

"Si los de abajo nos movemos los de arriba se caen"  (Una lona algo paradójica teniendo en cuenta que era colgada desde un mítico edificio en obras). Desde abajo, miles de personas contemplábamos entusiasmados hasta que se colocó la última brida y la plaza de Sol, abarrotada a las ocho de la tarde, estalló en aplausos. Horas antes, en el mismo lugar, se habían improvisado mesas electorales para votar un referéndum y las marchas convocadas en los diferentes puntos de la capital confluían en Cibeles poniendo de manifiesto la creciente indignación que no cesa de aflorar.

Ahora bien, están los indignados, y están los resignados. Quienes dijeran que el movimiento 15-M era cosa de perroflautas fueron, probablemente, aquellos que nunca pasaron por Sol los pasados meses de mayo y junio, aquellos que abren un periódico y se creen todo lo que leen, aquellos que cómodamente contemplan el televisor desde su sofá acompañados de una cervecita y un platito de jamón, aquellos que se excusan diciendo "que no creen en la política" y se cruzan de brazos... sin olvidar, por supuesto, a aquellos que, persistiendo en esta afirmación, temen profundamente que todos los "perroflautas" acabemos consiguiendo algo.

La pasada primavera el mundo empezó a despertar. Túnez, Egipto y Libia se convirtieron en protagonistas mundiales. Después lo fue Madrid. Y este 15 de octubre, estos perroflautas han conseguido que el mundo entero sea portada. Casi 1000 ciudades y más de 80 países congregando a todos los indignados del mundo ha marcado un hito en la historia del siglo XXI. Alguien, a mi lado, calificó el evento de Madrid como festivo-funerario, y si bien es cierto que entre tanta gente cada uno era de su madre y de su padre, que alguna simbología estaba fuera de lugar y que el motivo de la manifestación no era para hacer una fiesta, el ambiente no dejaba indiferente a nadie; el sábado eran todo emociones. De izquierdas o derechas, nacional o internacional, pobre o menos pobre, hijo, padre o abuelo... millones de personas salimos a la calle para mostrar lo enfadados que estamos; nadie pudo pararlo, y este primer paso sí es un motivo de celebración.


Pero ahora ya hay que ponerse serios, porque queda todo un camino por delante si no queremos encontrarnos dentro de unos años un escenario devastado por ese 1% del que tanto se ha hablado el sábado. Si nos quejamos, es con razón. Esto acaba de empezar y no terminará el 20 de noviembre; la culpa no es sólo de Pepito o Zenganito, quienes por cierto, todavía no son conscientes del poder y la fuerza que tenemos las nuevas generaciones y sobre todo cuando somos respaldadas por las precedentes.

Los resignados se jactan desde su sillón de que siguen esperando un resultado material de todo este sarao que han montado los perroflautas y yo digo que los grandes objetivos se consiguen paso a paso, caminando despacio y con cautela, consiguiendo pequeños logros (y el del sábado, no fue precisamente pequeño). Lo que está claro es que si se mira hacia otro lado cada vez que se menciona el 15-M y se cambia de tema, si no se levanta uno del sillón e intenta dar un par de pasos, no habrá oportunidad de que caigan los de arriba.  Y tú, qué: ¿Estás indignado o resignado?



sábado, 8 de octubre de 2011

Me merezco unos donettes.

¿En qué momento pasa uno de la simple resignación de quedarse en casa un viernes por motivos justificados a tirarse por la ventana porque estos mismos motivos han sembrado la locura en el cerebro?


 Este es mi tercer viernes consecutivo que me quedo en casa sin salir y sin embargo todavía ni he subido la persiana de la ventana, a pesar de que hoy no he cenado la tradicional pizza de los viernes sino una humilde ensalada delante de la pantalla del ordenador. ¿Facebook? Sí bueno, aparte. La responsabilidad ha llamado a mi puerta y ha llegado acompañada de una extraña satisfacción que pelea mano a mano con la pereza de tener que hacer 12 entregas del máster en un tiempo récord. ¡Se me ha olvidado hasta salir a echar el euromillon! Y he declinado una oferta tardía de vinos y croquetas, ¡por las malditas entregas! ¿Será que mi nueva paciencia adquirida en el país de los mil dioses se está administrando excelentemente bien para repeler el estrés y los agobios anticipados?

Sea lo que sea parece bueno pero no puede serlo tanto... Me acabará pillando el toro porque el domingo me liaré en La Latina, y llegaré el lunes de resaca a trabajar (toquemos madera) y empezaré mal la semana. Pero bueno, de momento estamos a viernes y estoy contenta con mi nueva vida. Algo está cambiando, aunque todavía no sé qué.

 Este no es un viernes cualquiera. Es el viernes en el que comienza la maratón del postgrado compitiendo con una vida laboral monótona pero inevitable para "mi experiencia"; es un viernes tedioso, largo, lleno de "traducción e interpretación en los servicios públicos", de dilemas morales sobre "qué haría si como intérprete me pide un paciente que le diga que está muy enfermito al médico, cuando en realidad no lo está, y aún así el médico le manda de nuevo al trabajo y el paciente le pone de vuelta y media"... Un viernes acompañado de Radiohead y una tableta de chocolate mientras tecleo sin cesar, pensando ¿por qué no me voy a dar una vuelta? Pero no puedo separarme de la pantalla, tengo que hacer las entregas por narices. Así que me resigno, y no me impaciento - tengo toda una vida por delante para beber vino y comer croquetas - y cuando termino por fin a las doce de la noche siento esa extraña satisfacción aún sabiendo que este no es más que el inicio de una serie de viernes que me robarán la vida social y la energía durante unos cuatro meses. Porque sé que no serán viernes como todos los anteriores en las que una nube negra era la que se llevaba mi energía y dejaba mi cuerpo como el de un cadáver, vacío, tendido en el sofá delante de la televisión. Es un agradable viernes casero que además me ha sacado del estancamiento que yo misma he contagiado a este mi pobre blog que ya empezaba a estar abandonado.

 Y todavía me quedan ganas de escribir. Me merezco unos donettes. Y el primer capítulo de la quinta temporada de Los Soprano.

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jueves, 29 de septiembre de 2011

Sólo es extraño

Resultados de una sesión de psicoterapia: Es extraño los cambios de humor por los que una persona puede pasar en sólo un par de semanas (por poner un periodo definido); extraño el fluctuante ritmo de actividad y las tareas que en consecuencia se acumulan, tareas que una vez hechas me harán sentir bien porque espero un resultado positivo de las mimas, pero se acumulan, porque sencillamente prefiero ver un capítulo de los Soprano que hacerlas. Extraño, porque al cabo de unos días cuando me quiero dar cuenta resulta que solamente me dedico a esas tareas. ¿Y por qué no duermo por las noches si cuando salgo de trabajar y llego a casa a las 4 de la tarde podría tirarme toda la tarde durmiendo? Qué extraño...

"Cuanto caos ¿no?"

¡Pero eso no es extraño! Porque siempre he sido caótica y quiero seguir siéndolo... a pesar de que con ello venga incluido en el pack que todos los aparatos electrónicos que pasan por mi mano se estropeen...

"Entonces, ¿cómo se siente?"

--- SILENCIO ---

No sé. No sé qué decir. No sé que siento, solo sé que estos silencios no me gustan.

"¿Qué siente con estos silencios?"

No sé. Sólo sé que son horribles y extraños.

"¿Qué tipo de extrañeza?"

AH! Resulta que ahora la extrañeza puede clasificarse. Anda que...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Domingos fatídicos

Para algunos el domingo es el mejor día de la semana, porque es día de descanso. En realidad, el domingo es día de rutina, sea la que sea: día de descanso, de resaca, de reuniones familiares, de ir al cine, de salir con los niños a dar un paseo. Para muchos esta rutina es inexcusable. Para otros los domingos son simplemente fatídicos. (Y especialmente en invierno)

El domingo es el último día de la semana, al que llegamos agotados, después cinco días remitiéndonos a nuestras obligaciones y un sábado bien aprovechado. El domingo se queda pequeño, y para colmo, hay que acostarse pronto, porque el domingo también anuncia el primer día de la semana. Es como el abogado del diablo. Además, está todo cerrado y, como es domingo y poca gente trabaja, los cines, los parques, los restaurantes están abarrotados. Como es festivo los precios son más caros en los lugares de ocio y hay que pelearse con las multitudes.  Si quieres comprar el periódico, resígnate a pagar el doble de lo que vale normalmente porque viene lleno de suplementos que al final acaban en la basura. Y si viajas, prepárate para el atasco de vuelta.....
¿Qué tiene de bueno los domingos, además de unas cañas en La Latina, donde también hay que combatir a la masa?

Casi que yo me quedo en casa, o como mucho, en la de algún amigo. Escuchando buena música, preparando una cena rica y mentalizándome para la nueva semana, mientras hago un repaso por la que acaba de terminar, en la que sí, me habré cansado de cumplir con mis obligaciones académicas o laborales, pero también aprovechado los pequeños ratitos de tiempo libre, para ir al cine y disfrutar de una buena película en VO sin nadie que me moleste mascando palomitas al lado y a precio reducido, hacer unas fotos en el retiro o cenar en un buen restaurante sin tener que esperar de 20 minutos a una hora.

Los domingos en invierno manta y peli. Y en verano, evitando sentirme dominguera y por eso de aprovechar el buen tiempo, manta y picnic en algún lugar remoto donde no haya niños chillando. Pero seguirá siendo un domingo fatídico.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Un poquito de old school

Hoy quiero rescatar a una banda mítica: The Police, y en concreto un tema que después de 30 años no pasará nunca de moda: So lonely. Porque aunque me haga sentir sola me da muy buen rollo. Porque su letra es sencilla pero universal y apta para todo tipo de público. Porque la base de reggae y los estribillos acelerados reproducen este estado de ánimo. Porque es agradable que la sigan poniendo en la radio entre tanta música basura y al volver a casa me haga repasar la discografía entera, recordando canciones como la seductora Roxanne, la tan versionada (y nunca a la altura de la original) Every Breath You Take, Message in a Bottle, la pegadiza Do do do, Da da da, Don't stand so close to me y tantos otros grandes éxitos. Porque hace de la noche un gran remember cuando la ponen en los garitos y bailo como loca, y me alegra pensar que todavía me queda algo en común con mis padres...


martes, 13 de septiembre de 2011

Martes 13



Me acabo de dar cuenta de que hoy es martes 13 y a estas alturas del día
todavía no me ha pasado nada por lo que pueda culpar a esta fecha que tanto furor causa. Solamente que estoy más cansada de lo normal (¿será la astenia otoñal?) y llevo con retortijones toda la tarde (¿el menú del chino?).

El 13 me parece un número bonito, de hecho es mi favorito y lo utilizo siempre que puedo. No sé por qué en los rascacielos no hay planta 13, ni en los hoteles habitaciones con este número. Cuando camino y me da por contar los pasos, cuento de 13 en 13.De pequeña, cuando jugaba al baloncesto en el equipo del colegio, solía llevar el número 13; y me gustaba mucho. Nunca me dio mala suerte, más bien todo lo contrario. Sí, soy rebelde y me he pasado la vida tentando a la suerte, así que o ya estoy maldita desde hace tiempo o soy inmune a la superstición.

Por cierto, lo que cuenta nuestra querida wikipedia sobre el martes 13 es bastante curioso... 

lunes, 12 de septiembre de 2011

Síndrome postvacacional, vuelta al cole y esas cosas...

El mejor remedio para combatir las consecuencias de tres puntos en el pie como resultado de la insensatez de salir de fiesta con sandalias no es precisamente escuchar en los telediarios de las 3, de las 9 y en el informativo express de media noche sobre las innumerables terapias absurdas que se han puesto de moda para curar el síndrome postvacacional, remontar la cuesta de septiembre y la adaptación de los nenes que pasan de la guarde al cole, teniendo en cuenta que el periodo de reposo absoluto ha sido de tres días frente a la tele y como en el anuncio de Ikea: de la cama al sofá, del sofá a la cama, de la cama a la cocina y después al sofá, sin olvidar las duchas sentada en una banqueta con el pie derecho envuelto en una bolsa del Alcampo.

En efecto, tres días muy intensos en los que he sentido profundamente el síndrome postvacacional. Pero jamás se me ocurriría medicarme con pastis de herbolario, madrugar el fin de semana para readaptarme a la rutina, ir a hacerme un masaje o incluso rafting, para soltar la adrenalina, según antena 3 (y menos en mi estado, claro), sólo porque sufro de síndrome postvacacional. Prefiero asumir mis obligaciones laborales y mentalizarme para cuando empiecen y enchufarme todos los capítulos de los Soprano posibles. Y si no hubiera estado lisiada, hubiera exprimido el puente y cerrado los garitos de Madrid.



Sin embargo, tres "días de subirse por las paredes" acaban por arrojar planteamientos existenciales entre los cuales muchos están de más, y acentuados por ese síndrome postvacacional que tanto nos empeñamos en afirmar que existe (como el síndrome primaveral y todas esas enfermedades que nos inventamos en cada cambio de estación). Desde la ventana, apoyada en la muleta que no sé utilizar, el cielo se veía muy negro y la proximidad del otoño y el mal tiempo oscurecía las perspectivas de futuro. Hoy, día en que debería empezar mi síndrome postvacacional - porque para mí el año nuevo empieza en septiembre -, a pesar de ir cojeando a mi  nuevo trabajo he llegado a la conclusión de que no hacer nada es malo para la salud, muy malo. Y que aunque dé pereza madrugar y todo lo nuevo asuste, lo importante es hacer algo, mantenerse ocupado. Lo demás ya irá viniendo. Es como una reacción en cadena... O eso espero.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Un corazón invencible. El pulso entre la esperanza y el dolor.

Acabo de ver una película que me ha traído muchos recuerdos; de ahora, de mi viaje a la India y de mucho antes de él. La he pillado a la mitad, así que ni siquiera puedo hacer una crítica, pero el título es horrible: "Un corazón invencible" (mi parte de traductora supone que el título original en inglés no inspira tanto rechazo). Además la protagonista es Angelina Jolie, que probablemente a muchos de nosotros su nombre todavía nos siga remitiendo directamente a Lara Croft y por tanto nos rechine un poco verla en películas como ésta, de marcados tonos realistas y temas puramente humanos como la esperanza y la entereza de una persona ante situaciones dolorosas, incomprensibles y cuya resolución escapa a nuestro alcance - aunque cierto es que no es la primera película de esta actriz que está rodada en escenarios llenos de miseria y conflictos políticos o terroristas, en culturas completamente opuestas a la occidental.



El caso es que al final me la he tragado, y no puedo decir que sea una mala película porque, aunque lo he pasado mal por ciertos paralelismos que mi mente inconscientemente ha querido encontrar, he disfrutado cada vez que escuchaba hablar hindi o cuando cambiaban de escenario, de Pakistán a la India, y reconocía a la perfección el graznido de los cuervos, los cláxones sonar, o veía un auto-rickshaw en una esquina de la pantalla. La narración jugaba constantemente con retrocesos en el tiempo o bruscos cambios de escenario en el mismo espacio temporal y los recuerdos del pasado nos enseñaban esa vulnerabilidad que el personaje de Angelina, Mariane Pearl, se esfuerza por ocultar ante el secuestro de su marido por parte de un grupo terrorista.

Esperaba - y aquí va un spoiler - un final reconfortante y feliz. Esperaba que después de tanto sufrimiento le dieran una alegría a la embarazadísima Mariane y encontraran a su marido con vida; sin embargo el guión de esta película parte de una historia real y las historias de la vida no siempre tienen un final feliz.  ¿Reconfortante? Puede ser, si tomamos como moraleja el final de la película, en el que Mariane narra cómo se propone afrontar y superar todo lo sucedido antes de que su niño llegue al mundo, y nos lo creemos, y conseguimos hacerlo nuestro, con un poquito de paciencia y sin olvidar que el mensaje viene de la gran pantalla. Porque resulta que más allá de la ficción, toda obra tanto cinematográfica como literaria parte de una historia, más o menos real, escrita por una persona que también vive, siente y se emociona como el resto de los mortales. Por eso en ocasiones las opiniones sobre estas obras pueden llegar a ser bien diferentes en función de quién las juzgue. Probablemente pocos se hayan sentido identificados en la escena en la que Mariane recibe la noticia de que su marido ha sido decapitado. Ergo, le ha perdido definitivamente, tiene que asumirlo. Mariane es fuerte, Mariane no se viene abajo delante de toda esa gente hasta que no se encierra en un cuarto ella sola y pega un alarido que solo algunas personas podemos comprender. Y después otro. Y cuando se quiere dar cuenta tiene la cara empapada en sudor y lágrimas. Para algunos parecerá una exageración; Otros encontramos pequeñas analogías vitales. Se trata de recibir algún mensaje e interpretarlo. Yo hoy puedo irme a la cama con al menos una lectura, y es que los finales no siempre son felices (yo diría que todo lo contrario, por eso son finales), pero hay que aguantar el dolor, y canalizarlo como se pueda. Es la selva de la vida; un pulso constante.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Tiempo

"Tiempo". Google nos remite a la predicción meteorológica. Los lingüistas podrían pensar antes de nada en el pasado, presente, futuro... La RAE ofrece diecisiete acepciones y un sinfín de expresiones; me gusta la número dieciséis: "16. m. Mec. Fase de un motor de explosión o combustión interna." En cualquier caso, sea cual sea la interpretación de esta palabra, siempre está presente en nuestras vidas.

Hoy me he dado cuenta de que probablemente en la mía haya sido la palabra más repetida ya no en las últimas semanas sino en meses, y en ocasiones, hasta más de una vez por frase. El tiempo apremia, aprieta. El tiempo pasa volando. El tiempo pone las cosas en su sitio. Con el tiempo se mejora. El tiempo lo cura todo. Tiempo al tiempo. Demos gracias a quien inventó los dichos y los puso a la disposición del ser humano, porque muchas veces son el recurso más cómodo para evitar alargar ciertas conversaciones a pesar de ni siquiera creer en lo que se está diciendo. Sin embargo, tratándose del tiempo, aunque no estemos de acuerdo con el paso del mismo y sus efectos en muchas ocasiones, en tantas otras el mismo nos demuestra que todos sus dichos son ciertos... con el tiempo, claro está.


...Y parece que fue ayer cuando estaba ideando todos aquellos planes para verano, y para después. Y nos plantamos en hoy. Hace apenas una semana todavía estaba sudando la gota gorda, compartiendo baño con indios musulmanes y aplacando los coletazos de la diarrea del viajero en un país que ya puedo tachar de la lista de pendientes junto con alguna que otra cosa más. Cuando facturé el macuto pesaba un kilo más que a la ida.... y por poco me quedo sin él en el camino de regreso, pero finalmente llegó a la mañana siguiente a casa de la mano de un mensajero. No ha habido manera de aligerar el peso por más que he ido tirando ropas y cosméticos, aunque he de decir que también me he traído varios trocitos de la India.

Han sido cuarenta estupendos días en otra punta del planeta, donde también pasa el tiempo aunque parezca lo contrario. Es curioso cómo cuando se llega miramos hacia delante y vemos todo lo que queda y, cuando llega el ecuador del viaje lo que queda se convierte en un calendario del que se van tachando los días. Y cuando nos damos cuenta, estamos otra vez en Madrid, tomando una caña en las extrañamente frescas terrazas de verano, pagando una cuenta de casi trescientas rupias por dos bebidas. Charlando, recapitulando, concluyendo el verano y mirando más hacia el futuro que al pasado. "Qué mayores nos hacemos, cómo pasa el tiempo". Y entonces me doy cuenta de que tengo que escribir sobre el tiempo, porque es lo que más ha rondado mi cabeza en los últimos tiempos, y porque por fin ha alcanzado el final del punto de inflexión y se merece una entrada. Tiempo. Ahora todo es futuro, cada paso que he dado hoy, cada letra que escribo ahora mismo, aunque el pasado no se pueda borrar y esté siempre dando la lata.

sábado, 27 de agosto de 2011

La lluvia siempre trae recuerdos

No creia en los monzones hasta que he presenciado uno con mis propios ojos. Es desesperante ver llover sin parar, pensar cada minuto que la lluvia va a cesar, pero no lo hace, sino que  cae con mas intensidad. En nuestra ultima parada, Bombay, cambiamos el turismo tradicional por el turismo de bares. En contraste con el resto de ciudades que hemos visitado, Mumbai se muestra "laxa" ante el alcohol y, en Colaba, la zona mas turistica y bohemia de esta, la ciudad financiera de la India, es facil encontrar cerveza y todo tipo de bebidas espirituosas a un precio mas que razonable....


Con una jarra de Kingfisher brindamos por la ultima parada y rememoramos nuestro recorrido por la India. A pesar de lo gris del dia, el colorido Rajastan esta demasiado presente en mi memoria como para oscurecerme el recuerdo. Tanto Jaipur, su capital, como Udaipur, presumen de elegantes construcciones enclavadas en el estado mas amplio de la India (del que forma parte tan solo desde 1949), donde encontramos desde la naturaleza mas verde y los lagos con el agua mas limpia que hayamos podido ver a lo largo de todo el viaje hasta el famoso desierto del Tar. Rajastan es India, con sus claxones, sus cuervos, sus perros callejeros y puestecillos de todo tipo a pie de calle rodeados de moscas; los locales "empotrados" en los edificios y cuyos escaparates se extienden hasta las estrechas aceras (cuando las hay), los altavoces de los templos anadiendo la banda sonora... Pero Rajastan es tambien "La tierra de los reyes", donde los reinos de las diferentes tribus que han habitado este gran territorio han dejado clara su influencia. Solidos palacios y fuertes alejados de la suciedad por la que es conocida este pais... una arquitectura caracteristica que arroja un nuevo interrogante a los otros muchos sobre la historia de la India que como viajera he ido acumulando con el paso de las semanas. En el Rajastan los saris son todavia mas bonitos. Ademas las mujeres se echan el ultimo trozo de los seis metros de tela por la cabeza y los hombres llevan elaborados turbantes tipicos rajastanis en los mismos tonos naranjas, amarillos, verdes... La misma bandera rajastani, de cinco colores diferentes, habla por si sola.


Por supuesto, el turista sigue siendo un turista, y seguira siendo victima de todo intento de tretas y aparente "amabilidad" del nativo... Los engatusamientos para vender cualquiera de sus productos siguen siendo abundantes, agobiantes, pero con gracia y mas amigables. En ocasiones podrian hasta justificarse viendo la calidad de alguna de las cosas que ofrecen: Desde cuadernos hechos a mano con acabados en seda o piel, pasando por el clasico textil, hasta bolsos  y carteras de piel a precios irrisorios, asi como curioso calzado rajastani que evocan a Aladino. No se si es porque ya llevo mas de un mes aqui o porque el caracter rajastani es diferente, la amabilidad de los indios es mayor en esta parte de la India en comparacion con Delhi, Agra, y que decir de Benares...

Sera porque la mayor parte de nuestro itinerario la hemos pasado en este estado que me llevo un especial recuerdo, si bien cada pequeno trozo de este pais que he tenido la oportunidad de conocer tiene algo diferente que no voy a olvidar.

El camarero nos rellena las jarras vaciando la botella. "Mas cerveza?" Miro por la ventana hacia la calle. Ahora mismo no parece que estamos en India. No deja de llover. "Por que no?" Brindamos de nuevo por la ultima noche, por este pais tan contradictorio del que mi cuerpo me pide un descanso por ahora pero al que ya planeamos un nuevo viaje. Sera al sur, a Kerala, y por supuesto, fuera de epoca de monzones.

domingo, 21 de agosto de 2011

Varanasi: Entre la vida y la muerte, lo sagrado y lo profano

Recien llegada a Jaipur, previa parada de reposo en Agra, para visitar una de las maravillas del mundo y aliviar mi estomago que despues de un mes decidio ponerse rebelde, transcribo unas lineas sobre Vanarasi, anterior destino, que tengo escritas desde hace unos dias - la ultima noche alli, (mientras se gestaba la bacteria en mi estomago):

"Jueves 18 de agosto - Varanasi, Benares, Kashi o la ciudad de la luz
...Y podria definirse de mil maneras mas. Hoy ha llovido, ha sido un dia oscuro, triste, ha transcurrido mas lento de lo normal, al ritmo de todos los ritos religiosos que tienen lugar a lo largo del dia: Visitas a templos, ofrendas, bendiciones, abluciones y cremaciones entre tantas otras.


En Varanasi huele a suciedad, excrementos sagrados y religion. Si en la India ya existe cierto fanatismo religioso y devocion extrema, en Varanasi la intensidad es aun mayor. Es la ciudad de todas las religiones, de la luz, la ciudad de Madre Ganga, la ciudad que, en su dia bajo dominio musulman, y despues practicamente derruida, es hoy el destino elegido por muchos hindues para morir.


Las familias aguardan en cola junto a los cuerpos (banados previamente en el Ganges) para incinerar, dispuestos sobre una camilla de bambu y tapados con una tela de diferente color segun la edad o genero del fallecido; solo se libran de la cremacion aquellos mordidos por una serpiente, los sacerdotes o los ninos, porque por esas razones ya se consideran sagrados de por si. No hay lagrimas, ni el menor sintoma de tristeza, solo los llamados "intocables" (por ser de la casta mas repudiada), trabajando sin parar, trasladando lena (va al peso y hay de diferentes variedades. A mejor calidad, antes arde), removiendo las cenizas que despues seran arrojadas al Ganges por algun miembro de la familia.


Es un ritual sagrado para ellos, pero eso no impide que los turistas podamos acercarnos a mirar. Lo sagrado se codea con lo profano en una de las ciudades mas pobres de la India a cambio de unas rupias. Las fotos estan estrictamente prohibidas. Desde lo alto de un edificio contemplo las seis o siete hogueras: en la mayoria solo hay cenizas, otras estan siendo preparadas y se ven llegar camillas. Hay una con el cuerpo de una mujer que esta tardando en quemarse. Poco a poco la tela va desapareciendo entre las llamas...


Ser incinerado en Varanasi es, para ellos, alcanzar la liberacion, romper la constante espiral de la vida y la muerte....


Al parecer, las tradiciones en Varanasi perduran, pero para el visitante extranjero se ha acabado convirtiendo en otro simple recorrido turistico. Benares ya no es lo que era despues del torrente de turistas que la ciudad atrae y gracias a los cuales algunos hacen verdaderos negocios y fortunas. El acoso no cesa ni siquiera a las cuatro de la manana. En la misma puerta del hotel espera un tipo para ofrecer un paseo en barco a precios desorbitados pero justificados porque "la marea es muy fuerte y el agua esta muy alta como para navegar el Ganges facilmente". Cuando regresas de contemplar las abluciones, al amanecer otro se ofrece a "sujetarte el paraguas solo para ti, no problem".


La tension religiosa se palpa en el ambiente; tambien la pobreza, que justifica hasta cierto punto que algunos traten de buscarse la vida como pueden. Si la vida en la India es caotica y confusa para el visitante, Varanasi lo es especialmente. Recibimos el dilema moral cuando menos lo esperamos. Hay que saber resistir con fortaleza las imagenes que aparecen ante los ojos, porque es imposible distinguir las que son verdaderamente reales y las que llevan algo de "maquillaje".


Hoy he visto imagenes extremadamente impactantes, pero sigo sintiendome una espectadore, precisamente en esta ciudad que tanto atraviesa el alma (y los pulmones). Varanasi es digna de contemplar como ciudad a pesar del sucio color del rio. Los edificios, contemplados desde la barca en el Ganges, junto a los ghats, hacen de ella una maravilla digna de relatar, de narrar, de fotografiar, de no borrar de la memoria. Sin embargo, la unica manera de encontrar la paz y el descanso, de evitar contemplar miseria y a los ganchos de turistas, es en las agradables terrazas de los hostales, donde, solo con el murmullo del rio, los graznidos de los cuervos y algun que otro cantico de fondo, es posible relajarse y hablar de Varanasi"

lunes, 15 de agosto de 2011

India independiente

Hoy se cumplen 64 anios desde que India se independizo de los ingleses, y esta misma tarde, en el lugar donde Gandhi fue incinerado, un hombre me ha explicado, emocionado, que ahora se esta luchando por la segunda independencia: liberarse de la corrupcion. Las protestas, lideradas por Anna Hazare, eran firmes pero poco numerosas para encontrarnos en la capital de un pais de casi mil millones de habitantes, en uno de los dias mas importantes del anio.

Ha sido soprendente encontrarme con esta multitud inesperada en plena visita turistica, y mas sorprendente aun que no uno, sino dos personas se detuvieran a charlar conmigo para explicarme desinteresadamente, sin querer venderme nada, ni ofrecerme un trayecto en auto-rickshaw, ni obtener dinero, lo que estaba sucediendo. Las sorpresas del dia han culminado en la busqueda desesperada de un rick-shaw, a precios desorbitados, que hemos evitado gracias a la hospitalidad de un nativo que nos ha ofrecido, de nuevo desinteresadamente, acercarnos a casa.

Ayer empezo nuestro "backpacking", comenzando en la capital de este pais tan especial: Delhi. Nos hemos vuelto a convertir en turistas, con todo lo que ello conlleva, y las emociones en apenas un par de dias han cambiado de la excitacion a la desesperacion, del amor al odio, de la paciencia al enfado.... Pero todas estas mutaciones ya no me sorprenden, pasan ante un inmutable yo, que entiende que forma parte de estar aqui, en este pais lleno de contrastes, en el que mientras viajo en un metro recien construido donde se pasa hasta frio por el aire acondicionado, en las afueras de la estacion de tren la gente mendiga y se muere de hambre.

El taquillero de la oficina de atencion al viajero internacional nos dice que nos quedan dos minutos para comprar nuestro billete de Benares a Agra y finalmente no nos ayuda para conseguirlo. Al menos el viaje a la estacion nos ha salido gratis gracias a la hospitalidad de un senor. Exactamente igual que ayer para llegar al metro, gracias a un chico que nos mostro el otro lado de la India mientras merendabamos en un cafe-libreria unas tartas exquisitas a un precio relativamente elevado para lo que estamos acostumbradas a pagar. Que tienen en comun estas dos personas? Sencillamente que han salido del pais, han viajado y visto mas mundo y saben lo que es viajar y necesitar a alguien que te haga sentir seguro en un lugar desconocido.

Son mas las veces que me siento incomoda por tener la piel mas blanca cuando soy la unica entre tanto indio y mas las veces que siento que cuando pregunto por alguna indicacion o lugar me van a enganiar. Llevaba tiempo queriendo toparme en plena calle con ese lado amigable de la India del que tanto he oido hablar, y es realmente agradable encontrarlo, aunque la pura esencia india se haya visto "contaminada" por Europa o Estados Unidos. Sin embargo no me resigno a creer que la amabilidad con el extranjero no exista por parte de aquellos que no se han movido de su ciudad, que no les queda mas remedio que trabajar por unas rupias para mantener a la familia, pagar las bodas y hacer las pujas... Quizas estoy buscando en el lugar equivocado. En cualquier caso, esto solo acaba de empezar. quedan dos semanas por delante. Maniana partimos hacia Benares, la ciudad de la luz...


viernes, 12 de agosto de 2011

Auroville, el Matrimandir y The Mother

En un pequeno barrio llamado Periyamudaliar cercano a Pondicherry he vivido durante tres semanas y llegado a conocer de primera mano un poco sobre la tan complicada cultura india . Nunca tendre suficiente tiempo para poder conocer este pais como quisiera, pero me marcho al norte con unos recuerdos indelebles sobre lo vivido, y con la pregunta rondando en mi cabeza, podria yo vivir aqui?

Tras mas de un viaje largo en nuevos territorios, sigo sin llegar a echar de menos todo lo que dejo atras cada vez que hago las maletas, aunque me lleve trocitos de historias conmigo. Quizas podria estar aqui algunos meses, y quien sabe, igual Auroville podria convertir esos meses en anios, si su tentadora oferta fuera como se describe.

Existe aqui al lado un lugar llamado Auroville: una comunidad que no pertenece a ningun pueblo ni nacion, no pertenece a nadie en concreto, que quiere "convertirse en una ciudad universal en la que hombres y mujeres puedan vivir en paz y armonia progresiva por encima de cualquier creencia, sistema politico o nacionalidad. El objetivo de Auroville es la unidad humana."

En Auroville el 55% por ciento de la poblacion es occidental. A los blancos no nos miran con extraneza, y facilmente se alcanza la calma y el sosiego en los multiples coffee bars y restaurantes rodeados de naturaleza, donde los zumos, batidos y platos vegetarianos son exquisitos. El recien llegado se preguntara quien es esa mujer cuya foto esta colgada en casi todos estos establecimientos. Pues bien, es The Mother, o "Mere", una senora francesa dedicada a las artes y la espiritualidad, una mujer que tuvo una vision sobre Auroville y las bases sobre las que se sentarian su creacion. Desde su comienzo en 1968 Auroville se concibe como "una ciudad para el experimento de la Unidad Humana", en el que se aunan la armonia de sus habitantes con el constante desarrollo del arte y la cultura, economia, investigacion cientifica... y cualquier cambo en el que el ser humano pueda desempenar una labor constructiva.


Bonito, verdad? Pues mas bonito es la esencia y centro de Auroville, y el lugar de meditacion por excelencia de todos sus habitantes: El Matrimandir. Un impresionante templo de meditacion construido enteramente de marmol en su interior y donde reina el silencio y la pulcritud absolutas. Por fuera parece una nave espacial a punto de despegar, y por dentro fluye una energia extrana...Es la misma energia que a cualquier No-Aurovilliano nos hace preguntarnos que clase de ciudad es esta que atrae y levanta sospechas al mismo tiempo, y que, sin embargo, parece una opcion atractiva para todos aquellos que en algun momento de la vida decidan retirarse a un espacio en el que el mayor de los problemas sea que hay que orinar en agujeros en el suelo.


Juzguen por ustedes mismos: www.auroville.org

martes, 2 de agosto de 2011

Huellas

Por primera vez ando deprisa y corriendo, al son del trafico indio. Esta semana he empezado a combinar dos proyectos: Escuela por la maniana, centro de "gypsies" por la tarde... Y mientras tanto a organizar nuestro viaje al norte, un viaje para el que nos queda apenas una semana y media y las mariposillas ya empiezan a moverse por el estomago. Y no se nos escapa ni un plan el fin de semana....

Manglar de Pichavaram

Ayer reflexionaba, como siempre, y llegue a la conclusion de que este es un pais no apto para aquellos que se decepcionan facilmente... Es, a la vez, una prueba contra la naturaleza humana de aquellos que vivimos esta experiencia por primera vez. La clave para sobrevivir es no esperar, no formarse ideas preconcebidas, no impacientarse, aceptar las circunstancias como vienen, y, por encima de todo: la capacidad de adaptacion.

No he venido a cambiar el mundo. Solo a sembrar mi granito de arena, a intentar encender esa "luz", a mostrar que existen culturas diferentes, lenguas, costumbres... Probablemente yo les recuerde mas a ellos que ellos a mi... porque al fin y al cabo, todos los ninios con los que trabajo ven llegar constantemente voluntarios que tras algunas semanas nos marchamos.


Dicen que India puede llegar a cambiar la vida de uno. Yo pienso que es lo primero que no hay que pensar; no hay que esperar, no hay que creer que eso vaya a pasar... Pero estoy convencida de que dejara una huella muy grande en mi, como cada gran viaje que hago y que al mirar atras, tiempo despues, recuerdo nitidamente hasta el punto de removerme todos los organos de mi cuerpo y levantar todas las emociones posibles. El valor anadido de mi estancia en este pais es que cambia la mirada, y la actitud, aunque por el momento sigo reposando impresiones, pensamientos, imagenes, olores... de momento sigo siendo una mera espectadora. No hay diario de viaje, solo sensaciones... y tratare de ir describiendolas, poco a poco y concisamente... Hay tanto que contar....




jueves, 28 de julio de 2011

Hoy es dia de relax y refexion... Sentada delante de esta pantalla, sudando la gota gorda, todavia no se escribir unas palabras concretas sobre este emocionante pais. Con los cascos puestos, apenas puedo oir la musica que estoy escuchando. Parece como si uno de estos destartalados autobuses en los que viajamos las mujeres detras y los hombres delante, apretados como en una lata de sardinas, fuera a empotrarse directamente en el ciber, acompaniado de un claxon que se aproxima de forma estruendosa y al cabo de un segundo se pierde en el polvo de la carretera.



Jack Johnson me ha acompaniado a lo largo del dia de hoy en mis reflexiones, que no han llegado a ninguna conclusion. O quizas a tantas que mi cerebro no consigue ordenarlas, contagiado por el caos de este lugar. Quiero contar cosas pero aun no estoy preparada para haceros llegar todas estas sensaciones que me recorren el cuerpo cada vez que cruzo la calle, miro por la ventana desde mi occidentalizada habitacion de un hogar indio, o atravieso la oscura y profunda mirada de una de mis alumnas, avida de aprendizaje, pero entrenada para copiar y repetir, repetir y copiar, por el sistema educativo de aqui.

Todo es extranio hoy. Manana se cumple una semana desde que aterrice en Chennai, y aun me quedan cuatro mas. Estoy segura de que quedan muchas cosas por llegar, y ver, y sentir... de momento solo soy una espectadora tratando de ordenarme las ideas al relajante ritmo de All at Once.



lunes, 25 de julio de 2011

Lecciones

 Todas las manianas al amanecer los indios dibujan, con harina de arroz en las puertas de las casas, los llamados Kollams, en Tamil. Es una mas de sus multiples ofrendas a los dioses, ademas de servir de alimento a toda clase de pequenas criaturas que conviven con el ser humano de forma habitual, tanto dentro, como fuera de las casas...

Ayer aprendi a comer con las manos un Chicken masala que no me costo mas de 4 euros, junto con un zumo de limon natural, agua y un riquisimo banana lassi (especie de batido con yogur y fruta). Tambien me enseniaron que el papel es algo asi como sagrado y por eso no lo utilizan para las necesidades "basicas" - misma razon por la que esta terminantemente prohibido comer con la mano izquierda.

Sin embargo la primera leccion que aprendi ayer va mas alla de todo esto. Ayer tuve mi primer contacto de verdad con "el mundo de la cooperacion". Fuimos a una comunidad de entre las muchas comunidades de gitanos que hay en la India. Es uno de los proyectos en los que participa la asociacion de voluntarios en la que estamos.


Los gitanos viven en unas casas construidas por el gobierno al otro lado de un muro de cemento que linda con el mayor basurero que he visto con mis propios ojos hasta el momento. El olor a basura quemada, los restos de comida que los ninios recogen para luego cocinarla, las moscas alla donde mires, los cerdos baniandose en el lodo... Es una imagen para la que no sabes si estas preparado hasta que llegas y lo ves tu mismo. Al principio la tension se puede cortar con tijeras, el corazon palpita rapido e intento no estar nerviosa para sacar las mejores imagenes, pero todo, incluso las moscas, el hedor, se me olvida cuando los ninios ven llegar al coordinador y algunos voluntarios ya conocidos, acompaniados de nosotros, novatos, que nos dejamos abrazar y hacemos fotos sin cesar a los ninios por peticion suya para luego ensenarselas y hacerles un poco mas felices, al menos en ese momento.


Pasamos un buen rato con ellos, seguros de que al dia siguiente tendremos piojos pero no importa porque, ademas de que aqui todo esta sucio, empezando por las plantas de mis pies (a quien le importa?), ver sonreir a estos ninios, y que se tiren a tus brazos, supera con creces toda tiquismiquez. Mas tarde, en el centro de dia para ninos gitanos - que nos reciben con una sonrisa de oreja a oreja entusiasmados y de nuevo tirandose a nuestros brazos - los coordinadores de Samugam Trust, la asociacion que ha levantado este proyecto, nos cuentan que solamente pueden traer a los ninios si los padres lo permiten. Y ellos, no estan precisamente dispuestos a sacar a sus hijos del entorno en el que viven.

Esto me lleva a un paralelismo nada relacionado en el que realmente te das cuenta de que no se puede opinar, juzgar, o hacerse ideas de algo hasta que no se vive y se ve con los propios ojos. Estos gitanos no conocen otra cosa mas que el monton de basura en el que viven, los restos de comida de los que se alimentan y, eso si, la television en color que el gobierno se encarga de ponerles en casa para conseguir su voto. De esta manera, los ninos, una nueva generacion, no tienen la oportunidad de crecer en unas condiciones higienicas, una educacion y un estilo de vida dignos... Y yo me pregunto, que puedo hacer ahora? Estoy sentada en una esterilla rodeada de ninos gitanos, aseados, limpios, me miran y sonrien, jugamos... Tengo ganas de que todo el mundo tenga la oportunidad de vivir esta experiencia porque se que si no lo hacen no querran nunca participar en el proyecto ni donar un solo centimo de euro para ayudar a levantar esta comunidad.


Y esto ocurre en un pequenisimo pedazo de este inmenso pais, segundo mas poblado del mundo, en el que las contradicciones tienen lugar constantemente.He venido a la India por muchos motivos y ahora se concretamente que uno de ellos es hacer todo lo que este en mi mano por ayudar a estos ninos a que conozcan que existe un modo de vida diferente. Probablemente despues de estas tres semanas no habre conseguido mas que aportar ese pequenisimo grano de arena de una gran montania, pero la difusion tambien es parte de esta montana de la que, una vez has comenzado escalar, es dificil descender y permanecer indiferente.

Dejo un ultimo apunte por hoy, que me viene rapido a la cabeza, y es que, cuando os cruceis con esos voluntarios desgreniados con un chaleco en el que figura el nombre de alguna asociacion u ONG, no los eviteis. Si teneis un minuto paraos a escucharlos porque algunos probablemente tendran algo que contar... No soltareis la pasta porque a vosotros tambien os hace falta y no sabeis cual sera el destino de este dinero ya que todo lo que os cuenten no seran mas que palabras, pero tal vez detras de alguno de los testimonios haya alguno como el mio. Solo hay que molestarse en abrir un poco mas las orejas y levantar la cabeza.

Namaste!

sábado, 23 de julio de 2011

'This is India'


Por fin....

Esta entrada va a ser caotica... Tan caotica como este pais. Hay muchas cosas que contar, muchas impresiones, demasiadas... pero lo que puedo decir desde ya es que no hay palabras para describirlo. Hay que venir para verlo con tus propios ojos.

Despues de dia y medio de viaje bastante agradable dentro de lo que cabe, pues tuvimos la suerte de volar en Business desde Frankfurt a Bombay :) , llegamos sanas y salvas al mas caleidoscopico de los paises.

Sonia y Paula en Business Lufthansa


El ruido es incesante, los claxones y los graznidos de los cuervos se han convertido en la melodia diaria tras apenas un dia. La revolucion industrial no ha existido aqui: el campo y las cabanias de adobe se conjugan con coloridas construcciones de cemento, pero los montones de basura no desaparecen. Hay ciber cafes por todos lados, una tienda de Levis custodiada por un guardia y un ninio desnudo jugando a unos metros de distancia. Las mujeres lavan la ropa en barrenios de metal y los hombres poseen moviles de ultima tecnologia. Los olores vienen y van: incienso a traves de la puerta de una casa, una vaca en la puerta; al lado una mujer haciendo collares de flores, cabras, perros famelicos, ratas, elefantes...

Nos alojamos en casa de la coordinadora de la asociacion de voluntarios. Ella, su marido y su cuniado son realmente encantadores. Tenemos el piso de arriba de su casa para nosotras. Una cocina, un saloncito y una habitacion con banio y ducha, todo bastante agradable y limpio. El antifaz y los tapones son indispensables para dormir. Esta maniana nos han traido el desayuno: Napolitanas de chocolate!!! Ellos lo llaman croisant.

Llevamos 30 horas aqui y ya hemos conocido al resto de voluntarios. Son gente muy joven, activa, amigable. Para todos es un choque cultural muy grande y nos ayudamos entre nosotros. El lunes empezamos en nuestro proyecto: Daremos clase en el Colegio de Primaria Ragavendra. Hay mas proyectos en los que participar: Un centro de ninios huerfanos discapacitados y con diversas enfermedades, educacion sanitaria a una colonia de gitanos que vive en un basurero...

A pesar de la constante actividad el tiempo pasa realmente despacio. El calor es agotador, los ratos de inspiracion largos. Al final consigues tu remanso de paz interior entre tanta algarabia.

Y esto no ha hecho mas que empezar...


Vista de la calle principal desde el ciber







miércoles, 20 de julio de 2011

Bye bye Madrid - Hello India

Día 0
Me voy a la cama en cuanto acabe con esta entrada porque a las 4.30 de la mañana tengo que estar en el aeropuerto.  El itinerario de viaje es infernal, pero merecerá la pena por todo lo que voy a very y vivir.

6.15 - 8.55 Madrid - Frankfurt - Hasta aquí bien, salve el madrugón.

13.30 - 1.00 (+1 día) - Frankfurt Bombay - Teniendo en cuenta el jet lag, 9 horitas de viaje. Estupendas para echar una cabezada...

Siguiente vuelo: 6.25 de la madrugada: Bombay - Chennai.... ¿Cómo será hacer noche en el aeropuerto internacional de Bombay? Mejor ni pensarlo....

Llegada a Chennai a las 8 y poco de la madrugada. Nos espera un coche que, tras casi 4 horas de viaje, nos llevará al destino final: Auroville, en el estado de Tamil Nadu.

Total recuento de horas: No quiero ni pensarlo! (30 y pico?) Pero va a ser emocionante desde el momento en que me suba al avión rumbo a Frankfurt.

Voy a echaros de menos, os lo aseguro. Os invito a seguirme e intentaré actualizar lo más regularmente posible.

Comienza la aventura....

martes, 19 de julio de 2011

"Take it easy"

Esta mañana la subdirectora de mi banco, después de haberme contado ayer que cuando se fue a la India hace veinte años "cogió piojos y se tuvo que rapar el flequillo como Fu Manchú", me ha dicho que si "en los últimos meses mi vida ha empezado a cambiar vertiginosamente que empiece a tomar conciencia de ello".

Ha sido una conversación breve, entre firma y firma del seguro de viaje, pero ha sido una conversación de éstas que te hacen quedarte pensando y preguntándote sobre cómo será esta persona cuando salga de detrás de ese escritorio en el que una modesta placa verde con su nombre describe su cargo.

Y entonces me empiezo a preguntar por el resto de personas por las que nunca me pregunto. La cajera del supermercado, el conductor de metro, el policía secreta que esta tarde detenía a un tipo delante de mis narices, el portero de mi comunidad de vecinos, mi ex-jefe, las jóvenes mujeres de los viejos ricachones de la Moraleja, las niñas de la calle Montera, los dependientes del Decathlon... ¿Y yo qué soy entre tanta gente? ¿Estoy tomando conciencia realmente de mí misma y lo que me está pasando? A veces el día a día es tan intenso que, da igual nuestro estilo de vida, no nos permitimos el lujo de pararnos a hacerlo.

Me he prometido, aprovechando el cambio que se avecina, que lo voy a hacer al menos un pequeño rato cada día. Y así tal vez pueda llegar a entender el mundo "un poquito" y aprender "to take my life easier".


domingo, 17 de julio de 2011

Quemando etapas

No es fácil tomar decisiones, especialmente cuando implican cambios tan grandes como dejar atrás cierto tipo de estabilidad y lanzarte al mundo con una mano delante y otra detrás. Cuando eso implica que serás sujeto de críticas más destructivas que constructivas porque vivimos en la sociedad en que vivimos, donde, si el color de tu lana es un poco más oscura que la del resto del rebaño, ya estás llamando la atención.

En los últimos meses he tenido que tomar montones de decisiones, todas relacionadas entre ellas. Hacer balance, valorar los costes de oportunidad. Todo un ejercicio que conlleva un gran proceso de retrospección y que deriva, decisión tomada, en un punto de inflexión.

Hoy me he levantado extraña. En pleno punto de inflexión los recuerdos del pasado y las expectativas del futuro pasan fugaces de un lado a otro de mi cerebro. Es una guerra constante, pero intento olvidarla mientras preparo la mochila y escucho a Benny Goodman. (El jazz acelera la cura de las heridas). Nunca me ha gustado preparar equipaje, pero hoy entre nervios y algún que otro miedo me enfrento a ello con una extraña emoción. Esta vez la mochila es de verdad: no lleva pequeñas piedrecitas sino ropa vieja y los medicamentos suficientes para combatir el “mal de estómago”. Tic tac, ya suena la cuenta atrás. No hay tiempo para regodearse en la nostalgia; hay que prepararse para el país de los contrastes y los mil dioses.



A veces estos cambios son necesarios y de ellos pueden hacerse muchas y diversas lecturas. Huida, tierra de por medio, búsqueda, tachar un renglón de la lista de cosas pendientes… en cualquier caso, no se sabe lo que supondrá hasta que llega, se vive y finalmente se valora. Todo cambio tiene un coste de oportunidad, sólo hay que estar dispuesto a enfrentarse a uno mismo y a lo que desea en lo más profundo de esos sentimientos que son, en ocasiones traicioneros, sin importar el color de la lana… porque si nos detenemos a mirar a nuestro alrededor veremos que ese blanco inmaculado de algunos no es más que un mero disfraz, acorde con la comodidad de la vida que, más que elegir, les ha tocado, resignándose a ella. 

viernes, 15 de julio de 2011

Concatenaciones

Ayer estrené el regalo de una persona a la que conozco ya desde hace años para dedicarle un libro que le regalé a una persona a la que apenas conozco de hace unos meses. El día a día esta llena de concatenaciones así de curiosas, y la vida no es más que una concatenación de esos días.

Es tiempo que va pasando sin que nos demos cuenta, y sin que nos demos cuenta vamos trazando un camino en el que podemos dejar huella o borrar nuestras pisadas. Hay tramos por los que preferimos pasar corriendo, otros en los que nos paramos a disfrutar de la puesta de sol, otros que sencillamente decidimos evitar. Y aquí entra en juego la inercia que a todos nos ha llevado de la mano alguna vez cuando la única decisión que sentíamos poder tomar era la de no pensar y dejarse llevar, porque total “el tiempo pasa”.

El mejor remedio y la peor de las enfermedades a la vez. Cuando abres los ojos y te das cuenta de que estás sujetando un bolígrafo en el aire con la mano en alto, como cuando papá te enseñaba a andar y mantener el equilibrio, te das cuenta de que son esas concatenaciones las que realmente te sostienen. ¿Qué es esa pluma sin esa persona que la envolvió para dármela? ¿Qué es ese libro si no puedo compartirlo con quien pienso que le va a fascinar tanto como a mi?


Son esos pequeños detalles que no hay que olvidar en cada paso que damos, porque hacen el camino más liviano. Disfrutar de esos momentos que empujan a seguir, a mirar al futuro sin lamentos, sin arrepentimientos del pasado. Sólo orgullosos de los buenos momentos y las huellas que dejamos a nuestro paso.



jueves, 14 de julio de 2011

Libre albedrío

Que levante la mano el que sienta que elementos vitales de su cuerpo van por libre: Las piernas, cuando no deciden quedarse inmóviles, caminan en dirección contraria a la cabeza, o igual es que es ésta la que se deja caer en el libre albedrío después de dar la orden; y el corazón... les lleva una ventaja de cientos de kilómetros, por delante o por detrás, pero definitivamente es el más desobediente....

Y qué decir del alma, la cosa, sí, la cosa más inclasificable entre lo clasificable... para ella no hay palabras. Sus súbditos los sentimientos desatan guerras diariamente entre ellos y pelean durante todo el día, sin apenas descanso; y cuando cae la noche sueltan las armas y, en sus posiciones encontradas, se dejan arropar por una falsa felicidad que marca la tregua por unas horas.

Que levante la mano quien piense, al apagar el interruptor y descansar la cabeza, que pesa más que el resto del cuerpo: "por fin, un día más, mañana seguiré pensando".