domingo, 18 de septiembre de 2011

Domingos fatídicos

Para algunos el domingo es el mejor día de la semana, porque es día de descanso. En realidad, el domingo es día de rutina, sea la que sea: día de descanso, de resaca, de reuniones familiares, de ir al cine, de salir con los niños a dar un paseo. Para muchos esta rutina es inexcusable. Para otros los domingos son simplemente fatídicos. (Y especialmente en invierno)

El domingo es el último día de la semana, al que llegamos agotados, después cinco días remitiéndonos a nuestras obligaciones y un sábado bien aprovechado. El domingo se queda pequeño, y para colmo, hay que acostarse pronto, porque el domingo también anuncia el primer día de la semana. Es como el abogado del diablo. Además, está todo cerrado y, como es domingo y poca gente trabaja, los cines, los parques, los restaurantes están abarrotados. Como es festivo los precios son más caros en los lugares de ocio y hay que pelearse con las multitudes.  Si quieres comprar el periódico, resígnate a pagar el doble de lo que vale normalmente porque viene lleno de suplementos que al final acaban en la basura. Y si viajas, prepárate para el atasco de vuelta.....
¿Qué tiene de bueno los domingos, además de unas cañas en La Latina, donde también hay que combatir a la masa?

Casi que yo me quedo en casa, o como mucho, en la de algún amigo. Escuchando buena música, preparando una cena rica y mentalizándome para la nueva semana, mientras hago un repaso por la que acaba de terminar, en la que sí, me habré cansado de cumplir con mis obligaciones académicas o laborales, pero también aprovechado los pequeños ratitos de tiempo libre, para ir al cine y disfrutar de una buena película en VO sin nadie que me moleste mascando palomitas al lado y a precio reducido, hacer unas fotos en el retiro o cenar en un buen restaurante sin tener que esperar de 20 minutos a una hora.

Los domingos en invierno manta y peli. Y en verano, evitando sentirme dominguera y por eso de aprovechar el buen tiempo, manta y picnic en algún lugar remoto donde no haya niños chillando. Pero seguirá siendo un domingo fatídico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario