miércoles, 31 de agosto de 2011

Tiempo

"Tiempo". Google nos remite a la predicción meteorológica. Los lingüistas podrían pensar antes de nada en el pasado, presente, futuro... La RAE ofrece diecisiete acepciones y un sinfín de expresiones; me gusta la número dieciséis: "16. m. Mec. Fase de un motor de explosión o combustión interna." En cualquier caso, sea cual sea la interpretación de esta palabra, siempre está presente en nuestras vidas.

Hoy me he dado cuenta de que probablemente en la mía haya sido la palabra más repetida ya no en las últimas semanas sino en meses, y en ocasiones, hasta más de una vez por frase. El tiempo apremia, aprieta. El tiempo pasa volando. El tiempo pone las cosas en su sitio. Con el tiempo se mejora. El tiempo lo cura todo. Tiempo al tiempo. Demos gracias a quien inventó los dichos y los puso a la disposición del ser humano, porque muchas veces son el recurso más cómodo para evitar alargar ciertas conversaciones a pesar de ni siquiera creer en lo que se está diciendo. Sin embargo, tratándose del tiempo, aunque no estemos de acuerdo con el paso del mismo y sus efectos en muchas ocasiones, en tantas otras el mismo nos demuestra que todos sus dichos son ciertos... con el tiempo, claro está.


...Y parece que fue ayer cuando estaba ideando todos aquellos planes para verano, y para después. Y nos plantamos en hoy. Hace apenas una semana todavía estaba sudando la gota gorda, compartiendo baño con indios musulmanes y aplacando los coletazos de la diarrea del viajero en un país que ya puedo tachar de la lista de pendientes junto con alguna que otra cosa más. Cuando facturé el macuto pesaba un kilo más que a la ida.... y por poco me quedo sin él en el camino de regreso, pero finalmente llegó a la mañana siguiente a casa de la mano de un mensajero. No ha habido manera de aligerar el peso por más que he ido tirando ropas y cosméticos, aunque he de decir que también me he traído varios trocitos de la India.

Han sido cuarenta estupendos días en otra punta del planeta, donde también pasa el tiempo aunque parezca lo contrario. Es curioso cómo cuando se llega miramos hacia delante y vemos todo lo que queda y, cuando llega el ecuador del viaje lo que queda se convierte en un calendario del que se van tachando los días. Y cuando nos damos cuenta, estamos otra vez en Madrid, tomando una caña en las extrañamente frescas terrazas de verano, pagando una cuenta de casi trescientas rupias por dos bebidas. Charlando, recapitulando, concluyendo el verano y mirando más hacia el futuro que al pasado. "Qué mayores nos hacemos, cómo pasa el tiempo". Y entonces me doy cuenta de que tengo que escribir sobre el tiempo, porque es lo que más ha rondado mi cabeza en los últimos tiempos, y porque por fin ha alcanzado el final del punto de inflexión y se merece una entrada. Tiempo. Ahora todo es futuro, cada paso que he dado hoy, cada letra que escribo ahora mismo, aunque el pasado no se pueda borrar y esté siempre dando la lata.

sábado, 27 de agosto de 2011

La lluvia siempre trae recuerdos

No creia en los monzones hasta que he presenciado uno con mis propios ojos. Es desesperante ver llover sin parar, pensar cada minuto que la lluvia va a cesar, pero no lo hace, sino que  cae con mas intensidad. En nuestra ultima parada, Bombay, cambiamos el turismo tradicional por el turismo de bares. En contraste con el resto de ciudades que hemos visitado, Mumbai se muestra "laxa" ante el alcohol y, en Colaba, la zona mas turistica y bohemia de esta, la ciudad financiera de la India, es facil encontrar cerveza y todo tipo de bebidas espirituosas a un precio mas que razonable....


Con una jarra de Kingfisher brindamos por la ultima parada y rememoramos nuestro recorrido por la India. A pesar de lo gris del dia, el colorido Rajastan esta demasiado presente en mi memoria como para oscurecerme el recuerdo. Tanto Jaipur, su capital, como Udaipur, presumen de elegantes construcciones enclavadas en el estado mas amplio de la India (del que forma parte tan solo desde 1949), donde encontramos desde la naturaleza mas verde y los lagos con el agua mas limpia que hayamos podido ver a lo largo de todo el viaje hasta el famoso desierto del Tar. Rajastan es India, con sus claxones, sus cuervos, sus perros callejeros y puestecillos de todo tipo a pie de calle rodeados de moscas; los locales "empotrados" en los edificios y cuyos escaparates se extienden hasta las estrechas aceras (cuando las hay), los altavoces de los templos anadiendo la banda sonora... Pero Rajastan es tambien "La tierra de los reyes", donde los reinos de las diferentes tribus que han habitado este gran territorio han dejado clara su influencia. Solidos palacios y fuertes alejados de la suciedad por la que es conocida este pais... una arquitectura caracteristica que arroja un nuevo interrogante a los otros muchos sobre la historia de la India que como viajera he ido acumulando con el paso de las semanas. En el Rajastan los saris son todavia mas bonitos. Ademas las mujeres se echan el ultimo trozo de los seis metros de tela por la cabeza y los hombres llevan elaborados turbantes tipicos rajastanis en los mismos tonos naranjas, amarillos, verdes... La misma bandera rajastani, de cinco colores diferentes, habla por si sola.


Por supuesto, el turista sigue siendo un turista, y seguira siendo victima de todo intento de tretas y aparente "amabilidad" del nativo... Los engatusamientos para vender cualquiera de sus productos siguen siendo abundantes, agobiantes, pero con gracia y mas amigables. En ocasiones podrian hasta justificarse viendo la calidad de alguna de las cosas que ofrecen: Desde cuadernos hechos a mano con acabados en seda o piel, pasando por el clasico textil, hasta bolsos  y carteras de piel a precios irrisorios, asi como curioso calzado rajastani que evocan a Aladino. No se si es porque ya llevo mas de un mes aqui o porque el caracter rajastani es diferente, la amabilidad de los indios es mayor en esta parte de la India en comparacion con Delhi, Agra, y que decir de Benares...

Sera porque la mayor parte de nuestro itinerario la hemos pasado en este estado que me llevo un especial recuerdo, si bien cada pequeno trozo de este pais que he tenido la oportunidad de conocer tiene algo diferente que no voy a olvidar.

El camarero nos rellena las jarras vaciando la botella. "Mas cerveza?" Miro por la ventana hacia la calle. Ahora mismo no parece que estamos en India. No deja de llover. "Por que no?" Brindamos de nuevo por la ultima noche, por este pais tan contradictorio del que mi cuerpo me pide un descanso por ahora pero al que ya planeamos un nuevo viaje. Sera al sur, a Kerala, y por supuesto, fuera de epoca de monzones.

domingo, 21 de agosto de 2011

Varanasi: Entre la vida y la muerte, lo sagrado y lo profano

Recien llegada a Jaipur, previa parada de reposo en Agra, para visitar una de las maravillas del mundo y aliviar mi estomago que despues de un mes decidio ponerse rebelde, transcribo unas lineas sobre Vanarasi, anterior destino, que tengo escritas desde hace unos dias - la ultima noche alli, (mientras se gestaba la bacteria en mi estomago):

"Jueves 18 de agosto - Varanasi, Benares, Kashi o la ciudad de la luz
...Y podria definirse de mil maneras mas. Hoy ha llovido, ha sido un dia oscuro, triste, ha transcurrido mas lento de lo normal, al ritmo de todos los ritos religiosos que tienen lugar a lo largo del dia: Visitas a templos, ofrendas, bendiciones, abluciones y cremaciones entre tantas otras.


En Varanasi huele a suciedad, excrementos sagrados y religion. Si en la India ya existe cierto fanatismo religioso y devocion extrema, en Varanasi la intensidad es aun mayor. Es la ciudad de todas las religiones, de la luz, la ciudad de Madre Ganga, la ciudad que, en su dia bajo dominio musulman, y despues practicamente derruida, es hoy el destino elegido por muchos hindues para morir.


Las familias aguardan en cola junto a los cuerpos (banados previamente en el Ganges) para incinerar, dispuestos sobre una camilla de bambu y tapados con una tela de diferente color segun la edad o genero del fallecido; solo se libran de la cremacion aquellos mordidos por una serpiente, los sacerdotes o los ninos, porque por esas razones ya se consideran sagrados de por si. No hay lagrimas, ni el menor sintoma de tristeza, solo los llamados "intocables" (por ser de la casta mas repudiada), trabajando sin parar, trasladando lena (va al peso y hay de diferentes variedades. A mejor calidad, antes arde), removiendo las cenizas que despues seran arrojadas al Ganges por algun miembro de la familia.


Es un ritual sagrado para ellos, pero eso no impide que los turistas podamos acercarnos a mirar. Lo sagrado se codea con lo profano en una de las ciudades mas pobres de la India a cambio de unas rupias. Las fotos estan estrictamente prohibidas. Desde lo alto de un edificio contemplo las seis o siete hogueras: en la mayoria solo hay cenizas, otras estan siendo preparadas y se ven llegar camillas. Hay una con el cuerpo de una mujer que esta tardando en quemarse. Poco a poco la tela va desapareciendo entre las llamas...


Ser incinerado en Varanasi es, para ellos, alcanzar la liberacion, romper la constante espiral de la vida y la muerte....


Al parecer, las tradiciones en Varanasi perduran, pero para el visitante extranjero se ha acabado convirtiendo en otro simple recorrido turistico. Benares ya no es lo que era despues del torrente de turistas que la ciudad atrae y gracias a los cuales algunos hacen verdaderos negocios y fortunas. El acoso no cesa ni siquiera a las cuatro de la manana. En la misma puerta del hotel espera un tipo para ofrecer un paseo en barco a precios desorbitados pero justificados porque "la marea es muy fuerte y el agua esta muy alta como para navegar el Ganges facilmente". Cuando regresas de contemplar las abluciones, al amanecer otro se ofrece a "sujetarte el paraguas solo para ti, no problem".


La tension religiosa se palpa en el ambiente; tambien la pobreza, que justifica hasta cierto punto que algunos traten de buscarse la vida como pueden. Si la vida en la India es caotica y confusa para el visitante, Varanasi lo es especialmente. Recibimos el dilema moral cuando menos lo esperamos. Hay que saber resistir con fortaleza las imagenes que aparecen ante los ojos, porque es imposible distinguir las que son verdaderamente reales y las que llevan algo de "maquillaje".


Hoy he visto imagenes extremadamente impactantes, pero sigo sintiendome una espectadore, precisamente en esta ciudad que tanto atraviesa el alma (y los pulmones). Varanasi es digna de contemplar como ciudad a pesar del sucio color del rio. Los edificios, contemplados desde la barca en el Ganges, junto a los ghats, hacen de ella una maravilla digna de relatar, de narrar, de fotografiar, de no borrar de la memoria. Sin embargo, la unica manera de encontrar la paz y el descanso, de evitar contemplar miseria y a los ganchos de turistas, es en las agradables terrazas de los hostales, donde, solo con el murmullo del rio, los graznidos de los cuervos y algun que otro cantico de fondo, es posible relajarse y hablar de Varanasi"

lunes, 15 de agosto de 2011

India independiente

Hoy se cumplen 64 anios desde que India se independizo de los ingleses, y esta misma tarde, en el lugar donde Gandhi fue incinerado, un hombre me ha explicado, emocionado, que ahora se esta luchando por la segunda independencia: liberarse de la corrupcion. Las protestas, lideradas por Anna Hazare, eran firmes pero poco numerosas para encontrarnos en la capital de un pais de casi mil millones de habitantes, en uno de los dias mas importantes del anio.

Ha sido soprendente encontrarme con esta multitud inesperada en plena visita turistica, y mas sorprendente aun que no uno, sino dos personas se detuvieran a charlar conmigo para explicarme desinteresadamente, sin querer venderme nada, ni ofrecerme un trayecto en auto-rickshaw, ni obtener dinero, lo que estaba sucediendo. Las sorpresas del dia han culminado en la busqueda desesperada de un rick-shaw, a precios desorbitados, que hemos evitado gracias a la hospitalidad de un nativo que nos ha ofrecido, de nuevo desinteresadamente, acercarnos a casa.

Ayer empezo nuestro "backpacking", comenzando en la capital de este pais tan especial: Delhi. Nos hemos vuelto a convertir en turistas, con todo lo que ello conlleva, y las emociones en apenas un par de dias han cambiado de la excitacion a la desesperacion, del amor al odio, de la paciencia al enfado.... Pero todas estas mutaciones ya no me sorprenden, pasan ante un inmutable yo, que entiende que forma parte de estar aqui, en este pais lleno de contrastes, en el que mientras viajo en un metro recien construido donde se pasa hasta frio por el aire acondicionado, en las afueras de la estacion de tren la gente mendiga y se muere de hambre.

El taquillero de la oficina de atencion al viajero internacional nos dice que nos quedan dos minutos para comprar nuestro billete de Benares a Agra y finalmente no nos ayuda para conseguirlo. Al menos el viaje a la estacion nos ha salido gratis gracias a la hospitalidad de un senor. Exactamente igual que ayer para llegar al metro, gracias a un chico que nos mostro el otro lado de la India mientras merendabamos en un cafe-libreria unas tartas exquisitas a un precio relativamente elevado para lo que estamos acostumbradas a pagar. Que tienen en comun estas dos personas? Sencillamente que han salido del pais, han viajado y visto mas mundo y saben lo que es viajar y necesitar a alguien que te haga sentir seguro en un lugar desconocido.

Son mas las veces que me siento incomoda por tener la piel mas blanca cuando soy la unica entre tanto indio y mas las veces que siento que cuando pregunto por alguna indicacion o lugar me van a enganiar. Llevaba tiempo queriendo toparme en plena calle con ese lado amigable de la India del que tanto he oido hablar, y es realmente agradable encontrarlo, aunque la pura esencia india se haya visto "contaminada" por Europa o Estados Unidos. Sin embargo no me resigno a creer que la amabilidad con el extranjero no exista por parte de aquellos que no se han movido de su ciudad, que no les queda mas remedio que trabajar por unas rupias para mantener a la familia, pagar las bodas y hacer las pujas... Quizas estoy buscando en el lugar equivocado. En cualquier caso, esto solo acaba de empezar. quedan dos semanas por delante. Maniana partimos hacia Benares, la ciudad de la luz...


viernes, 12 de agosto de 2011

Auroville, el Matrimandir y The Mother

En un pequeno barrio llamado Periyamudaliar cercano a Pondicherry he vivido durante tres semanas y llegado a conocer de primera mano un poco sobre la tan complicada cultura india . Nunca tendre suficiente tiempo para poder conocer este pais como quisiera, pero me marcho al norte con unos recuerdos indelebles sobre lo vivido, y con la pregunta rondando en mi cabeza, podria yo vivir aqui?

Tras mas de un viaje largo en nuevos territorios, sigo sin llegar a echar de menos todo lo que dejo atras cada vez que hago las maletas, aunque me lleve trocitos de historias conmigo. Quizas podria estar aqui algunos meses, y quien sabe, igual Auroville podria convertir esos meses en anios, si su tentadora oferta fuera como se describe.

Existe aqui al lado un lugar llamado Auroville: una comunidad que no pertenece a ningun pueblo ni nacion, no pertenece a nadie en concreto, que quiere "convertirse en una ciudad universal en la que hombres y mujeres puedan vivir en paz y armonia progresiva por encima de cualquier creencia, sistema politico o nacionalidad. El objetivo de Auroville es la unidad humana."

En Auroville el 55% por ciento de la poblacion es occidental. A los blancos no nos miran con extraneza, y facilmente se alcanza la calma y el sosiego en los multiples coffee bars y restaurantes rodeados de naturaleza, donde los zumos, batidos y platos vegetarianos son exquisitos. El recien llegado se preguntara quien es esa mujer cuya foto esta colgada en casi todos estos establecimientos. Pues bien, es The Mother, o "Mere", una senora francesa dedicada a las artes y la espiritualidad, una mujer que tuvo una vision sobre Auroville y las bases sobre las que se sentarian su creacion. Desde su comienzo en 1968 Auroville se concibe como "una ciudad para el experimento de la Unidad Humana", en el que se aunan la armonia de sus habitantes con el constante desarrollo del arte y la cultura, economia, investigacion cientifica... y cualquier cambo en el que el ser humano pueda desempenar una labor constructiva.


Bonito, verdad? Pues mas bonito es la esencia y centro de Auroville, y el lugar de meditacion por excelencia de todos sus habitantes: El Matrimandir. Un impresionante templo de meditacion construido enteramente de marmol en su interior y donde reina el silencio y la pulcritud absolutas. Por fuera parece una nave espacial a punto de despegar, y por dentro fluye una energia extrana...Es la misma energia que a cualquier No-Aurovilliano nos hace preguntarnos que clase de ciudad es esta que atrae y levanta sospechas al mismo tiempo, y que, sin embargo, parece una opcion atractiva para todos aquellos que en algun momento de la vida decidan retirarse a un espacio en el que el mayor de los problemas sea que hay que orinar en agujeros en el suelo.


Juzguen por ustedes mismos: www.auroville.org

martes, 2 de agosto de 2011

Huellas

Por primera vez ando deprisa y corriendo, al son del trafico indio. Esta semana he empezado a combinar dos proyectos: Escuela por la maniana, centro de "gypsies" por la tarde... Y mientras tanto a organizar nuestro viaje al norte, un viaje para el que nos queda apenas una semana y media y las mariposillas ya empiezan a moverse por el estomago. Y no se nos escapa ni un plan el fin de semana....

Manglar de Pichavaram

Ayer reflexionaba, como siempre, y llegue a la conclusion de que este es un pais no apto para aquellos que se decepcionan facilmente... Es, a la vez, una prueba contra la naturaleza humana de aquellos que vivimos esta experiencia por primera vez. La clave para sobrevivir es no esperar, no formarse ideas preconcebidas, no impacientarse, aceptar las circunstancias como vienen, y, por encima de todo: la capacidad de adaptacion.

No he venido a cambiar el mundo. Solo a sembrar mi granito de arena, a intentar encender esa "luz", a mostrar que existen culturas diferentes, lenguas, costumbres... Probablemente yo les recuerde mas a ellos que ellos a mi... porque al fin y al cabo, todos los ninios con los que trabajo ven llegar constantemente voluntarios que tras algunas semanas nos marchamos.


Dicen que India puede llegar a cambiar la vida de uno. Yo pienso que es lo primero que no hay que pensar; no hay que esperar, no hay que creer que eso vaya a pasar... Pero estoy convencida de que dejara una huella muy grande en mi, como cada gran viaje que hago y que al mirar atras, tiempo despues, recuerdo nitidamente hasta el punto de removerme todos los organos de mi cuerpo y levantar todas las emociones posibles. El valor anadido de mi estancia en este pais es que cambia la mirada, y la actitud, aunque por el momento sigo reposando impresiones, pensamientos, imagenes, olores... de momento sigo siendo una mera espectadora. No hay diario de viaje, solo sensaciones... y tratare de ir describiendolas, poco a poco y concisamente... Hay tanto que contar....