sábado, 27 de agosto de 2011

La lluvia siempre trae recuerdos

No creia en los monzones hasta que he presenciado uno con mis propios ojos. Es desesperante ver llover sin parar, pensar cada minuto que la lluvia va a cesar, pero no lo hace, sino que  cae con mas intensidad. En nuestra ultima parada, Bombay, cambiamos el turismo tradicional por el turismo de bares. En contraste con el resto de ciudades que hemos visitado, Mumbai se muestra "laxa" ante el alcohol y, en Colaba, la zona mas turistica y bohemia de esta, la ciudad financiera de la India, es facil encontrar cerveza y todo tipo de bebidas espirituosas a un precio mas que razonable....


Con una jarra de Kingfisher brindamos por la ultima parada y rememoramos nuestro recorrido por la India. A pesar de lo gris del dia, el colorido Rajastan esta demasiado presente en mi memoria como para oscurecerme el recuerdo. Tanto Jaipur, su capital, como Udaipur, presumen de elegantes construcciones enclavadas en el estado mas amplio de la India (del que forma parte tan solo desde 1949), donde encontramos desde la naturaleza mas verde y los lagos con el agua mas limpia que hayamos podido ver a lo largo de todo el viaje hasta el famoso desierto del Tar. Rajastan es India, con sus claxones, sus cuervos, sus perros callejeros y puestecillos de todo tipo a pie de calle rodeados de moscas; los locales "empotrados" en los edificios y cuyos escaparates se extienden hasta las estrechas aceras (cuando las hay), los altavoces de los templos anadiendo la banda sonora... Pero Rajastan es tambien "La tierra de los reyes", donde los reinos de las diferentes tribus que han habitado este gran territorio han dejado clara su influencia. Solidos palacios y fuertes alejados de la suciedad por la que es conocida este pais... una arquitectura caracteristica que arroja un nuevo interrogante a los otros muchos sobre la historia de la India que como viajera he ido acumulando con el paso de las semanas. En el Rajastan los saris son todavia mas bonitos. Ademas las mujeres se echan el ultimo trozo de los seis metros de tela por la cabeza y los hombres llevan elaborados turbantes tipicos rajastanis en los mismos tonos naranjas, amarillos, verdes... La misma bandera rajastani, de cinco colores diferentes, habla por si sola.


Por supuesto, el turista sigue siendo un turista, y seguira siendo victima de todo intento de tretas y aparente "amabilidad" del nativo... Los engatusamientos para vender cualquiera de sus productos siguen siendo abundantes, agobiantes, pero con gracia y mas amigables. En ocasiones podrian hasta justificarse viendo la calidad de alguna de las cosas que ofrecen: Desde cuadernos hechos a mano con acabados en seda o piel, pasando por el clasico textil, hasta bolsos  y carteras de piel a precios irrisorios, asi como curioso calzado rajastani que evocan a Aladino. No se si es porque ya llevo mas de un mes aqui o porque el caracter rajastani es diferente, la amabilidad de los indios es mayor en esta parte de la India en comparacion con Delhi, Agra, y que decir de Benares...

Sera porque la mayor parte de nuestro itinerario la hemos pasado en este estado que me llevo un especial recuerdo, si bien cada pequeno trozo de este pais que he tenido la oportunidad de conocer tiene algo diferente que no voy a olvidar.

El camarero nos rellena las jarras vaciando la botella. "Mas cerveza?" Miro por la ventana hacia la calle. Ahora mismo no parece que estamos en India. No deja de llover. "Por que no?" Brindamos de nuevo por la ultima noche, por este pais tan contradictorio del que mi cuerpo me pide un descanso por ahora pero al que ya planeamos un nuevo viaje. Sera al sur, a Kerala, y por supuesto, fuera de epoca de monzones.

1 comentario:

  1. Qué bien os veo, throwing the house out of the window.

    Te voy a publicitar en mi blog, que lo sepas, que me mola mucho lo que escribes y cómo lo escribes.

    Mil muax!

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