domingo, 15 de enero de 2012

Efecto dominó

Salgo de la habitación a por una botella de agua. En el salón mis padres juegan al mus con unos amigos, ahí llevan toda la tarde. Cuando vuelvo a salir, me parece entender a mi madre - copa de vino en mano - no se qué de la residencia. Al cabo de un rato los amigos se van y mi madre sigue al teléfono... Oigo algo de una ambulancia.

Quiero ir a preguntar, pero no sé si es buena idea. Finalmente, me dice que su tía tiene neumonía y se la están llevando al hospital. Pienso en mi abuela, cuidando del pequeño de cuatro hermanos, su marido, en cómo cuidó al mayor y en cómo se ocupa de los dos medianos, como puede. Residencias, ambulancias y sillas de ruedas... y ella ni utiliza bastón. Poco a poco van cayendo a su alrededor, es el efecto dominó de la vida... y me pregunto qué se le estará pasando a ella, la última pieza, por la cabeza.


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